Nuestras «Madres al límite» son aquellas que tienen horas robadas al sueño, las que sustituyen horas de gimnasio por horas de terapias en gabinetes, las que tratan de entender a su hijo con la angustia de estar captando todo lo que nos comunican, las que hacen payasadas ante sus berrinches, las que todos los días explican un síndrome que ya está en nuestro interior y en el de nuestras familias, las que pese al cansancio llevan una sonrisa porque saben la importancia que tiene, las que conviven en el presente porque el pasado ya no importa y el futuro lo sentimos muy lejano, son felices en la sencillez de las cosas, en la calma de que todo marche sin sobresaltos.
Disfrutamos con verlos felices y nos crecemos ante las adversidades, jugamos continuamente a buscar salidas en un mundo empeñado en cerrarnos el paso, no podemos llorar más que un tiempecito corto porque no nos lo podemos permitir, porque la actitud es otra y lo sabemos!!!
Ellos y ellas necesitan nuestra cercanía, nuestras rutinas, nuestra vitalidad, una porque se la merecen y otra porque nos han enseñado lo importantes que somos en sus vidas.
NUESTROS HIJOS E HIJAS SON EL PURO EJEMPLO DE LA VIDA LA SENCILLEZ Y LA COMPLEJIDAD.
Sabemos que necesitan poco y mucho a la vez, que el llanto y la sonrisa conviven continuamente y es cada momento el que nos dice como debemos de actuar, que no hay nada predispuesto, ni nada escrito, que la maternidad viene llena de incógnitas, y que continuamente saca a flote nuestras debilidades y nuestras fortalezas.
SER MADRE ES LO MÁS GRANDE que nos ha ocurrido en la vida y debemos de saber valorarlo siempre.
Un abrazo muy fuerte para todas y disfrutar mucho de cada día que seguro que lo haréis.
Eva Martínez